Invertir con apalancamiento para ganar más dinero
El apalancamiento financiero: utilizando deuda para financiar una inversión
El apalancamiento
financiero no es otra cosa que deuda. Sin deuda no hay apalancamiento.
Y consiste
en financiar una inversión mediante recursos ajenos (deuda o dinero de otras
personas, que es lo mismo) en vez de financiarla únicamente con recursos
propios.
Además, cierto
apalancamiento es bueno, ya que abre las puertas a inversiones que de otra
forma no se podría tener acceso.
También hay que tener en
cuenta que cuando los niveles de apalancamiento son más altos los riesgos son
también mayores, pero precisamente el rol de un empresario inversionista es
gestionar el riesgo, minimizarlo, hasta que el riesgo que se enfrente sea un
riesgo calculado.
El conocimiento es clave a la hora de gestionar el riesgo para minimizarlo e inclinar las probabilidades a nuestro favor
¿Cómo es correr un riesgo
calculado?
Un ejemplo práctico sería
si nos ponemos a invertir en bienes raíces sin conocer el sector inmobiliario
donde vamos a invertir. Podríamos estar adquiriendo una propiedad sobrevalorada
y en vez de obtener un rendimiento positivo sobre esa inversión, tendríamos un
balance negativo.
El conocimiento es clave en estas circunstancias, es lo que
suele llamarse inteligencia financiera.
La principal razón para
utilizar el apalancamiento es la posibilidad de obtener una mayor rentabilidad
de nuestro capital. Esto nos permite ir a
hombros de gigantes y recorrer distancias mucho más rápido.
En otras palabras,
hace que nuestro capital se mueva mucho más rápido y genere mucho más dinero en
menos tiempo.
Apalancamiento financiero.
Caso práctico.
Imaginemos que, para
financiar una determinada inversión, la compra de acciones de una
determinada compañía, por ejemplo, cuyo valor es de 100.000 dólares, aportamos
20.000 dólares de nuestros recursos propios y el resto, los 80.000 dólares, lo
financiamos mediante un préstamo bancario al 10% de interés anual. En ese
momento, las acciones de la compañía tienen una cotización de 10 dólares,
lo que significa que hemos adquirido 10.000 acciones.
Al cabo de un año, las
acciones pasan a valer 15 dólares y nosotros decidimos vender todas. En este
caso, el valor de nuestras acciones es de 150.000 dólares, pero todavía
tendremos que devolver el préstamo al banco.
¿Cuánto habremos ganado en
realidad?
Primero, tendremos que pagar 8.000 dólares en intereses y, después,
devolver el monto principal del préstamo, 80.000 dólares.
Es decir, habremos
ganado 42.000 dólares, resultado de deducir del valor actual de las acciones el
coste de financiación del préstamo (intereses, 8.000), el monto principal (80.000) y
los recursos propios que hemos aportado (20.000).
Es decir, con una aportación
inicial de 20.000 dólares, hemos obtenido 42.000 dólares, o lo que es lo mismo,
hemos obtenido una rentabilidad de 210%.
Si, en lugar de utilizar
una combinación de recursos ajenos/recursos propios, hubiésemos utilizado
únicamente recursos propios, habríamos obtenido una ganancia neta de 50.000
dólares, puesto que, en este caso, no es necesaria la devolución de ningún
préstamo.
La ganancia ha sido mayor que en el caso anterior. Sin embargo, los
recursos utilizados han sido también mayores por lo que la rentabilidad en
términos porcentuales es mucho menor, de un 50%.
En este ejemplo, el uso
del apalancamiento es absolutamente beneficioso.
Gracias al apalancamiento las ganancias pueden ser insospechadas, lo que la hace muy atractiva a inversionistas que no temen aumentar el riesgo
Ahora bien, debido a que el
uso del apalancamiento es muy arriesgado, imaginemos que, al cabo de un año, el
valor de las mismas acciones que en el ejemplo anterior valían 150.00 dólares,
ahora valen solo 90.000 dólares, es decir, nuestras acciones tienen una pérdida
de 10.000 dólares.
Utilizando recursos propios, la pérdida se limita al valor
actual de las acciones con respecto al valor de adquisición, es decir, esos
10.000 dólares, o lo que es lo mismo, un 10% de pérdida.
En este ejemplo, si
hubiéramos utilizado apalancamiento, el monto de la pérdida habría sido
catastrófica, pues la deuda que tendríamos ascendería al 90% de nuestra
capacidad.
Habremos perdido 18.000 dólares a final de año.
Podríamos perder toda nuestra inversión si no sabemos utilizar correctamente esta herramienta. Por ello, el conocimiento es clave en estas circunstancias
Quizá sea por esta razón que todas las compañías prefieren cotizar en bolsa y tener socios-accionistas para expandir su negocio en vez de acreedores, pues la rentabilidad financiera de nuestros fondos propios se dispara, como fruto del apalancamiento financiero sin necesidad de incurrir en deudas con terceros (esta la base del negocio de los Bancos, que usa a los depositantes como socios).
En definitiva, endeudarse,
financiarse, apalancarse, como quieras llamarla, es una herramienta con un filo
muy interesante, con destacadas ventajas que si se tiene conocimientos en el
área que vamos a invertir nos puede aportar ganancias insospechadas.
Pero demás
está decir que, al igual que nos puede beneficiar enormemente, también nos
puede perjudicar en la misma medida si no se usa correctamente, así que hay que
usarla con precaución.
Como última advertencia,
si no sabemos analizar de forma correcta una inversión y, por lo tanto, no
sabemos la dirección que va a tomar un activo, lo mejor es que no invirtamos.
El apalancamiento es un instrumento que más lo usan inversores con una cierta
capacidad de análisis y con una cierta experiencia, por lo que quizá no sea
adecuada para todos.
Nos vemos en el próximo
video.
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