El mejor consejo para empezar un negocio

11:10 John James F. Ortega 0 Comments



Hace años cuando recién empezaba a invertir leí el libro de Tim Ferris que está considerado como uno de los emprendedores más innovadores dentro de las startups, las compañías de rápido crecimiento.


Además de ser una de las personas con una personalidad muy poderosa, es también un inversionista independiente, inversionista ángel, es también asesor de empresas y autor del famoso libro "La semana Laboral de 4 horas", un excelente libro que tiene ideas de negocio y formas sencillas para poner en práctica y poder ganar dinero. 


Es un libro que no debería faltar en tu biblioteca y que todos lo que estén interesados en gestionar o empezar sus negocios deberían leer.


De hecho, inspiró a un joven de 25 años que no sabía qué hacer, a ganar 125.000 dólares en unos pocos meses.


Y es el libro que me ayudó a decidirme a invertir en acciones y a enfocarme en crear mi propio negocio.


Y uno de los puntos más importantes y que recalca mucho Ferris en este libro es que "Tú eres el promedio de las 5 personas de las que te rodeas"...





Esto quiere decir que independientemente de cuál sea nuestra ocupación, nuestro desempeño siempre estará basado en aquellas cinco personas de las que nos rodeamos.


Quizá de allí viene aquella frase de “dime con quién andas y te diré quién eres”.


Y para sacarle el máximo provecho a esta asociación, Ferris plantea que se debe entrar en la fase de aprendizaje acelerado para poder estar a la altura de las expectativas.


La cuestión es adaptarse pero lógicamente para adaptarse, debemos saber aprender, y a ser posible, aprender de una forma eficaz y rápida.


Nadie puede predecir el futuro, pero sí que podemos predecir que aquellas personas que tengan la capacidad de adaptarse, tendrán un futuro más brillante que aquellos que no se adapten.


Las personas que mejor se adapten serán las que sobrevivan.


Y para ello, necesitamos lo que Ferris denomina como "las herramientas para el meta-aprendizaje", que no es otra cosa que aquello que nos cuestionan creencias que muchos aceptamos como irreversibles, como aquella de creer que nos tomaría años o toda una vida aprender un idioma; eso sin ninguna duda para muchos es una triste realidad. 


Pero Ferris lo tiene claro, asegura que cualquier persona puede hablar de forma fluida cualquier idioma en unas 8 ó 12 semanas, incluidas las lenguas más duras como el japonés o el árabe.


Y lo mismo ocurre con tareas un poco más complicadas como codificación, diseño gráfico, finanzas, educación financiera...


Al principio suena como un poco exagerado lo que dice este libro, pero yo personalmente me lo planteé y me propuse aprender código html para poder diseñar una pagina web.


Y me sorprendí lo que en un lapso de 6 semanas, 3 horas diarias, pude aprender. No solamente aprendí lo básico, fui un poco más allá. 


Claro que para que esto tenga los resultados que Ferris asegura debemos tener una motivación que esté de acuerdo a nuestras expectativas.


No es lo mismo intentar aprender a hablar japonés si lo que más nos interesa y nos motiva es gestionar una empresa.


La probabilidad de sufrir una decepción y frustrarnos es más que elevada.


Si no lo crees, inténtalo, te vas a sorprender de lo que eres capaz de aprender en ese tiempo teniendo la predisposición y motivación necesarias.


La clave también está en la práctica.


Si quieres aprender un idioma, no estudies el idioma. Habla el idioma.


Primero aprende el idioma, y luego estudia los aspectos gramaticales.


Está claro que si quieres aprender a hablar inglés, 4 semanas hablando exclusivamente con ingleses hará que aprendas mucho más el idioma que años en academias.


De la misma manera si quieres aprender a gestionar un negocio, como ya decía Warren Buffett, un sólo día al mando de una empresa, te dará más conocimientos de negocios que toda una carrera estudiando Administración y Dirección de empresas. 


Si aún no has empezado con un pequeño negocio, es hora que empieces a crear uno para ir adquiriendo esa experiencia que te llevará hasta donde quieres llegar.


La experiencia de la práctica es vital y nunca se podrá comparar con la “experiencia” en teoría que recibes en una escuela.


Eso es indudable. 


Por eso, de cuantas más personas que ya son de la forma que tú quieres ser, te rodees, más rápido serás como esas personas, independientemente del ámbito del que estemos hablando.


Por tanto, no estudies; aprende. Y se aprende viendo y haciendo. Y sobre todo practicando.


Recuerda aquella frase que dice que “la práctica hace al maestro”.


Y se acelera el aprendizaje con la calidad de las personas de las que estemos aprendiendo, y eso también minimiza el riesgo de fracaso, o al menos hace del fracaso un fracaso provechoso, pues al estar rodeado de un círculo de colaboradores con ideas innovadoras a tu alrededor siempre se podrá sacar una idea mejor de cada traspié, porque de que habrá fracasos, los habrá, eso ni lo dudes.


Por eso también es de vital importancia que las personas con las que te rodees sean quienes tengan tus mismos intereses, de quienes tú quieras aprender o, por lo menos, ya estén en el lugar que quieres llegar.


Debes rodearte de gente que tenga tus mismos intereses.


Recuerda que si tú eres el más inteligente del grupo, entonces el negocio siempre va a estar en problemas.

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